Durante la temporada de lluvias, la cueva de Hang En en Vietnam no es el lugar para adentrarse. El río Rao Thuong, cuyo curso la atraviesa, sube más de 90 metros y cubre las que, en otras épocas del año, son unas playas preciosas y pintorescas.
Pero, durante la temporada sin lluvias, el río retrocede, dando paso a un paraíso surrealista de los más maravillosos que se pueden encontrar en el planeta.
El periodista David W. Lloyd describió así Hang En en un artículo para la sección de viajes de The New York Times en 2011:
Con sus 91 metros de altura y sus 182 metros de ancho, la caverna es lo suficientemente grande para acoger a un Boeing 747 con espacio de sobra. El espacio estaba anegado de rayos de luz natural que venían de un arco sobre nosotros. Los haces de luz iluminaban una playa de arena amarilla unos pocos metros más abajo, que rodeaba unas tranquilas aguas azules.
Vía: huffingtonpost