Es obvio decir que la policía no es tonta y está pendiente de las redes sociales.
Éstas se han convertido en un espacio donde la información fluye, … y alguna que otra pista para atrapar a delincuentes desprevenidos.
Especialmente llamativas son las noticias que tienen que ver con la detención de delincuentes:
Es el caso de Christopher Wallace, un joven de 24 años a quien se le ocurrió robar una estufa de propano de un campamento de Maine. No parece un gran crimen, pero la policía del condado fue a buscarlo a su casa.
¿Por qué? Porque en su infinita sagacidad Wallace había publicado en Snapchat que se dirigía a su casa… justo después de que la Policía publicara su orden de detención. Llegaron los agentes y no lo encontraron. Se habría escapado de la polícia… pero Wallace pare que quería ser detenido y volvió a publicar en Snapchat, esta vez diciendo que se estaba escondiendo de la Policía en un armario. ¡Bravo, bravo por Wallace!
Otro chico de 29 años, que responde también al nombre de Christopher, no sabía que si después de robar un vehículo de lujo publicas una foto de las llaves en Facebook y la etiquetas con tu ubicación, lo más normal es que la Policía vaya a por ti. Su detención no se demoró demasiado.
Una no, muchas fotos han sido las que llevaron a Depree Johnson, de la soleada Florida, a estar a la sombra entre rejas. Las colgaba en Instagram, como si estuviera posando con sus trofeos: joyas, drogas, armas… Un arsenal conmovedor en el que todo era robado. Se le imputaron 142 cargos. Si se hubiera limitado a postear fotos de sus músculos, o de platos de comida, como todo buen chico en Instagram, nada de esto le habría ocurrido.
Y es que hasta la red social más inesperada puede servir para atrapar a un delincuente. En este caso no fue la torpeza de un chico, sino de chica en este caso y de una especie de campaña publicitaria la que sirvió para identificar a la infractora.
Otra de las ocurrencias que llevaron a la detención de su perpetrador, en este caso el joven de 19 años Jonathan G. Parker, fue no cerrar sesión en Facebook. Siempre se debe salir de los servicios online, que las ‘cookies’ son traidoras y tampoco sabes quién puede usar tu ordenador en un momento de despiste.
Pero se tiene que cerrar la sesión sobre todo cuando has cometido allanamiento de morada y te sientas frente a un PC a mirar si tienes nuevos «likes».
Aunque el top de los delincuentes torpes es para esta chica y su vídeo de YouTube. Y es que parece una especie de confesión en siete minutos, en los que la protagonista va mostrando carteles escritos donde cuenta sus delitos, robo de un coche, tenencia de drogas y robo de un banco, mientras que también expone en redes sociales pruebas de sus actos, como las llaves o una bolsa de marihuana.
Vía: tecnoexpl