Estudios recientes de la Universidad de Sheffield (Inglaterra) descubrieron que la voz de la mujer tiene tonos más complejos y toma toda el área auditiva del cerebro masculino, lo que provoca que el hombre se sienta aturdido y prefiera “apagarse”.
Según Michael Hunter, autor del estudio, para los hombres el escuchar música y una voz femenina resulta prácticamente lo mismo, por el rango de frecuencias. Y no solo eso, las mujeres hablan en forma “circular” mientras que los hombres lo hacen de forma más directa y sin rodeos.
Si quieres que los hombres presten atención y no parecer que hablamos solas hay que ser concretas y seguir estos consejos:
Hablarle de lado
Las mujeres siempre hablan de frente, pero en lenguaje corporal masculino eso se siente como una agresión o confrontación directa. Si pones un poco de atención en cualquier hombre notarás que siempre hablan en un ángulo de 45 grados. Aplícalo y verás cómo baja su guardia. Estará receptivo y dispuesto a escucharte.
Emplea palabras como «nosotros…»
Si piensas discutir sobre algo que no te gusta en tu relación o sobre su persona, procura siempre involucrarlos a ambos. El distribuir el sentido de la conversación siempre resultará positivo. Aún cuando sea un problema de él, se identificará contigo. Por ejemplo, en lugar de decir “tienes que resolver esto”, di: “tenemos que resolver esto”.
Utiliza mensajes de texto
El mensaje de texto incluirá la misma información que si le llamaras, o de viva voz en persona, pero si lo escribes de forma concreta, el tono de voz no lo distraerá y como además, habrás dejado registro de lo que se dijo luego se podrá profundizar en el tema. Además no uses los emoticones en exceso: la mayoría odia lo cursi.
Sé clara y precisa
Exprésate de forma breve y directa. No des rodeos. Especialmente cuando estés molesta, procura calmarte y reorganizar tus ideas antes de empezar a hablar sin parar.
La programación del cerebro masculino funciona mediante objetivos, mientras que el cerebro femenino se orienta a procesos. Para un hombre llegar a C significa conseguir A y luego B. ¡Listo! Para una mujer A puede llevar a A1, B, B2, antes de llegar a C.
Esa forma de procesar la información les resulta insoportable y los confunde.
Nunca empieces con un «tenemos que hablar…»
Ya que en su interior se puede preguntar: “¿a dónde quieres llegar con eso?”, puesto que no le indicas acerca de qué va la charla y con seguridad querrá evitar una discusión.
Por otro lado, “¿Ves? Es que tú no me escuchas”, es sin duda otra frase que acabará rompiendo la química de un buen diálogo.
Vía: NetScape