No todos los esmaltes de uñas sirven para todas las mujeres, sucede casi siempre con el color plata, que puede sentar fatal, y es que el mismo color se ve diferente dependiendo del tono de piel.
Por tanto si eliges un color que no te va, puedes hacer que tus manos parezcan más envejecidas.
Aquí leerás algunos trucos para que sepas elegir el esmalte más adecuado para tu tono de piel.
Lo primero que hay que hacer es identificar el tono de piel, ¿cómo hacerlo? Coloca las manos bajo luz natural e identifica sus matices. Si predominan los rosados, azules o rojos, tienes una piel pálida; sin embargo, si esos matices se acercan más a tonos oliváceos o dorados, tu piel es bronceada u oscura.
Por poner un ejemplo, el rojo queda bien a todo el mundo pero, dependiendo de cómo sean esos matices de tu piel, tus uñas se verán mejor con un tono cercano al granate o con un rojo más intenso.
Piel muy blanca con tonos rosados
Para pieles muy claras, con matices en colores fríos, como rosados o azules, los colores pastel en general le irán muy bien.
Piel clara
Utiliza tonos intensos y llenos de pigmentos de color. Los esmaltes muy oscuros como el negro, marrón, berenjena, burdeos, azul oscuro… son perfectos para combinar con el tono claro de tu piel.
El color rojo intenso es elegante y, lo mejor, sirve para todos los tonos de piel. Así que no fallarás.
Piel media
Si tu piel tiene tonos cálidos, es decir, matices de amarillo o marrón claro, tienes un abanico de opciones más amplio. Pero te quedan especialmente bien aquellos colores con una base de amarillo o naranja. Acertarás con esmaltes de estos colores: beige, gris, plateado, violetas claros o medios, rosas vibrantes, color frambuesa y rojos.
El blanco perlado es un color de esmalte de uñas que queda bien a todos los tonos de piel. Es un color elegante con el que acertarás seas rubia o morena. Sofia Vergara apostó por este color en los Premios SAG y triunfó.
Piel con pecas
Si la tonalidad de tu piel es pecosa y tu cabello es pelirrojo, caoba o cobrizo, utiliza tonos azules, verdes y rojos oscuros. Procura evitar los tonos excesivamente claros como los beige, rosas o anaranjados.
Piel oliva o bronceada
Este tipo de piel se luce con los tonos cálidos, como el naranja, el rosa, el cobre y el violeta oscuro.
Los metalizados le suelen quedar mejor a las pieles que tienden a ser oliváceas que a las bronceadas, ya que con estas últimas se mimetiza el efecto de los esmaltes brillantes, que compiten con el color de piel.
Piel bronceada, con tonos cálidos
Pinta tus uñas con lacas doradas, marrones o con colores opacos.
El color negro es un clásico pero es arriesgado. Funciona muy bien, sobre todo en pieles claras. Aquí Selena Gómez arriesga.
El rosa es perfecto para resaltar las pieles bronceadas como la de Eva Mendes.
Piel oscura
Las pieles oscuras se ven muy favorecidas por los colores vivos y brillantes. Los tonos oscuros en general les quedan bien también, pero siempre teniendo cuidado de no caer en colores que hagan que la piel parezca aburrida y sin vida, como el gris, los dorados bordo, rojos, corales, azules y verdes oscuros.
Procura evitar los tonos demasiado oscuros, pues no resaltarán con el color de tu piel. Atrévete con los esmaltes flúor y los colores estridentes.
Pieles maduras
Elige esmaltes de uñas en colores claros: el contraste de color entre un esmalte oscuro y el tono de tu piel le suma años a tus manos. Opta por usar esmaltes de uñas en un tono blanco vainilla, rosa pastel o recurre a la clásica manicura francesa para darle a tus manos un efecto rejuvenecedor ultra rápido.
Si prefieres tonos más clásicos, los rojos, grises y blancos perlados sientan bien a cualquier tipo de piel.
Vía: mujerhoy