Los niños de ahora que han nacido en un era digital salvaje no les debe condenar a una vida de adicción al celular o tablets. Está en nosotros gestionar su uso para evitar que sean abducidos por la pantalla.
Pero como en todo lo que respecta a la educación de los hijos, lo principal es el ejemplo que les damos, por eso si quieres evitar que tus hijos sean adictos a las nuevas tecnologías, edúcales con el ejemplo.
Lo que tus hijos vean que haces, ellos lo harán.
Si estás todo el día enganchado al celular lo verán como algo natural, y obviamente, lo imitarán. Luego no puedes exigirle que lo suelte, cuando tú mismo no puedes vivir sin él. Es incoherente y estás dandole un mal ejemplo.
Al no prestarles la atención que se merecen, empujamos a nuestros hijos a que acaben enganchados al celular y tablets, y al no regular su uso, a que además se vuelvan adictos a ellos. Pero si además tú mismo eres incapaz de regular tu propio uso, la cosa puede ir a peor.
Si le preguntas a tu hijo, seguro que preferiría jugar contigo toda la tarde a engancharse al celular o tablet. Pero como esto pocas veces es posible y en el celular hay tantas cosas interesantes para ver, acaban buena parte de la tarde, o toda, porque además no son conscientes del tiempo que pasan allí metidos. Es aquí, otra vez, donde deben intervenir los padres.
¿Por qué los niños se vuelven adictos a las nuevas tecnologías? Al igual que sucede con la televisión, a pesar de conocer los riesgos de que pasen demasiadas horas frente a la pantalla, los niños se vuelven adictos básicamente por tres motivos.
1. A los padres les viene muy bien que estén calladitos y tranquilos,
2. Porque los padres no controlan su uso
3. Porque los padres son adictos.
Las nuevas tecnologías no son malas, nos hacen la vida más fácil, solo que hay que saber gestionar este tipo de avances y nuestros hijos son afortunados al haber nacido en esta era tecnológica. Es más, creo que es imprescindible que los niños se acerquen a las nuevas tecnologías desde que son pequeños. Pero todo en su justa medida, ya que una sobreexposición al mundo digital puede afectar su crecimiento social y emocional.
Para evitar la adicción de tus hijos, debes cortar por lo sano y desengancharte tú antes, o al menos que no te vean como que no puedes pasar ni un minuto apartado del celular.
Hay padres perpetuamente enganchados, que siempre están chequeando el correo, pendientes de chats o resolviendo algo «urgente», incluso cuando están con sus hijos.
El Dr. Jenny S. Radesky, pediatra del Centro Médico de Boston, observó con dos colegas a 55 grupos de padres e hijos en un restaurante de comida rápida. Encontraron que 40 de los adultos enseguida sacaron sus celulares y los utilizaron durante la mayor parte de la comida.
Esto podemos observarlo cualquiera de nosotros a menudo en restaurantes, parques infantiles, en la calle… Y si lo hacen fuera, en casa también, o más. Se presta más atención a los dispositivos que a los niños.
Nuestros hijos se sienten ignorados, que no nos importan, y afecta profundamente nuestra comunicación con ellos. Se pierde una interacción muy importante en los años en los que somos imprescindibles para ellos. Es algo que va a pasarnos factura en algún momento si no hacemos nada al respecto.
No querrás que tus hijos te recuerden siempre enganchado al dispositivo, ¿verdad? Toma medidas para autocontrolar tu propio uso cuando estás con ellos.
Vía: NYTimes