De acuerdo al psicólogo Walter Riso te damos las pautas y conductas que no debes seguir cuando tu pareja te deja.
Porque debes pelear la vida. Con todas tus fuerzas, con uñas y dientes, y como quieras, pero no hay otra opción, no quieras verla.
No puedes sentarte a llorar tu mala suerte, a lamentarte de la injusta soledad y autocompadecerte. No es ese el camino. Tienes que levantar la cabeza y aplicar una dosis de racionalidad a tu desajustado corazón.
Si te dejó, si se fue como un soplo, si no le importaste lo más mínimo, si te hizo a un lado sin pestañear, si no valoró lo que le diste, si apenas le dolió tu dolor, si decidió dejarte a un lado…, pues debes decirte «no, me merece»
O si te abandonó porque ya no te ama, porque se agotaron los besos, y hasta la más simple de las caricias…, pues el amor también se acaba, y debes decirte «ya no me ama».
Y no será que si fue cruel o se le terminó el amor, ya no tiene sentido insistir en resolver lo que ya está resuelto. Si es así lo mejor es quemar las naves, cerrar el capítulo y dirigir tu atención a otra parte.
No se trata de no sufrir, sino de darle al sufrimiento un giro y procesar la pérdida. No preocuparse por lo que podría haber sido y no fue, sino por lo que es. Hay que vivir del presente y no de recuerdos, quedarse con los buenos y comenzar otro camino que ha de llevarte a un nuevo amor.
Lo curioso del despecho es que los que han sido abandonados casi siempre terminan por auto castigarse, diciéndose «si la persona que amo no me quiere, es porque no merezco el amor» o «si la persona que dice amarme me deja, definitivamente no soy para nadie».
La consecuencia de esta manera de pensar es nefasta. El comportamiento se acopla a la distorsión y el sujeto intenta confirmar, mediante distintas sanciones, que no merece el amor.
Existen cuatro formas típicas de autocastigarse que utilizan los «abandonados»:
1. Eliminan de su vida todo aquello que les produzca placer.
2. Cuanto más les guste alguien, más lo alejan de su lado
3. Buscan nuevas compañías, similares a la persona que les hizo sufrir
4. Se entregarán segurmente al mejor postor emocional.
Pero de qué te sirve flagelarte. Ahora tienes que comenzar a vivir de otra manera y retomar lo bueno que tenías olvidado. Todos somos capaces de recuperarnos del fracaso afectivo. Al principio duele hasta el alma, pero al cabo de un tiempo, si eliminamos lo negativo, la mente empieza reponerse.
Con el tiempo verás que al pensar en los ex o en las ex que has tenido en tu vida no te producen ni rasquiña. Es muy probable que dentro de un tiempo, esta última decepción, la que ahora estás padeciendo, quede reducida a un recuerdo insípido y descolorido.
Pero mientras tanto debes sobrevivir. Evita caer en los puntos que te mencionamos Rodéate de amigos y amigas de verdad, porque la amistad cura. También puedes acceder a la vida espiritual que tenías abandonada, y no me refiero a encerrarte en un templo, sino a revisar tu sentido de vida. Las crisis activa la autobservación y nos obligan a mirarnos desde una óptica nueva.
Vía: objetivobienestar