En el mundo animal podemos encontrar distintas y muy variadas formas de defensa. Entre ellas, se encuentran métodos como el mimetismo y la cripsis, términos que se suelen asociar por su origen en la capacidad de ciertos animales de adaptar su morfología al entorno, dependiendo de sus necesidades. Nos enseñan una lección importante. Aunque en los zoológicos (o en la televisión) parezca que un animal no tiene un camuflaje eficaz, en su entorno natural es casi imposible observarlos aunque estén a tu lado.Estas fotografías son la mejor muestra de ello.
1. Oruga barón común
2. Gecko musgoso
3. Lechuza del bosque
4. Lobo (Canis lupus)
5. Caimán de anteojos (Caiman crocodilus)
6. Víbora de Paringuey
7. Pez pipa
8. Zorro del Ártico
9. Insecto palo
10. Caballito de mar pigmeo
11. Podargo australiano
12. Pez roca
13. Saltamontes del bosque
14. Víbora del Gabón
15. Lenguado
16. Cocodrilo de pantano
17. Polilla
18. Gecko cola de hoja
19. Impala (Aepyceros melampus)
20. Saltarrocas (Oreotragus oreotragus). Hay dos
Ocultarse de posibles depredadores depende de factores como la movilidad o inmovilidad del animal. Así, la capacidad de moverse de tal o cual manera, puede ayudar a ser percibido como una hoja, una piedra o una rama, por ejemplo. A este propósito se suman la coloración y textura que ayudan, en gran parte, a crear camuflajes prácticamente iguales a aquellos de su entorno.
Vía: labioguia