La Habana Vieja es la zona más antigua de la capital cubana. En su conjunto posee un trazado urbanístico semejante a una gran lente biconvexa de unos 5 km² de superficie, donde todavía quedan restos de las murallas que durante dos siglos la protegieron con un cerco de piedras y la configuraron como un recinto militar defensivo. El derribo de la muralla se inició en 1863. Debido a la naturaleza cosmopolita de sus habitantes a través de la historia, La Habana Vieja es el reflejo de una mezcla de estilos arquitectónicos y el testimonio de diferentes épocas: corona española, británicos, franceses y estadounidenses.
La isla caribeña ha estado bajo el régimen comunista desde 1950. Sin embargo, Cuba y los EE.UU. acaban de restablecer sus relaciones diplomáticas.
Pasear por La Habana todavía es como retroceder en el tiempo.
Se pueden quedar en el hotel de cuatro estrellas Raquel ubicado en un edificio barroco imponente en el antiguo barrio judío de La Habana.
Las habitaciones son grandes, con techos altos impresionantes. El propio edificio se remonta a 1908, cuando fue construido por primera vez como un almacén para textiles.
Hoy en día, sus columnas de mármol o sus intrincadas vidrieras añaden un toque de elegancia a la propiedad, donde todas las habitaciones dan a un solarium al aire libre, completo con techo abovedado.
Pero la verdadera joya escondida es terraza en la azotea del hotel, que da a la totalidad de la Habana Vieja, incluyendo la Plaza de San Francisco y la Plaza Vieja.
Desde la terraza de la azotea del Hotel Raquel, hay lugares impresionantes para deleitarse con la mejor vista de la ciudad.
Parque Central está situado enfrente del edificio del Capitolio – y es uno de los pocos lugares donde puedes conseguir WiFi.
Para aquellos que buscan la diversión pueden asistir a un espectaculo del Tropicana el famoso cabaré cubano creado en 1939, en la zona de Marianao, concretamente en el municipo Playa.
En La Habana Vieja, la Plaza de la Catedral es el hogar de una catedral barroca que data de la década de 1770, así como un museo de arte y cafetería
Además de los edificios antiguos, la Plaza de Armas es también el hogar de una plaza con jardín, aunque no importa dónde usted de la vuelta
Las calles empedradas y edificios de colores proporcionan la instantánea perfecta.
Plaza de la Revolución es, probablemente, la plaza más conocida de La Habana y es donde el Memorial José Martí se encuentra.
El Capitolio, que una vez fue la sede del gobierno en Cuba, es ahora el hogar de la Academia de Ciencias de Cuba.
La Cabana es una fortaleza del siglo 18 y otra debe ver, ubicada en el lado oriental de la bahía.
Una de las mayores atracciones en La Habana es su fastuosa Basílica Menor de San Francisco de Asís que se edificó a finales del siglo XVI (1580-91).
Fueron rehechos en el estilo barroco en 1730. El lugar que fue siempre comerciante junto a la basílica.
Iglesia de San Francisco de Paula y Alameda de Paula en La Habana Vieja
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Templo de lcono de la Madre de Dios de Kazan.
La Habana Vieja es el conjunto colonial mas rico de Latinoamérica, declarada en el año 1982 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Además la Habana Vieja dispone de restaurantes de todo tipo: desde paladares (lugares familiares de comida criolla) hasta restaurantes gourmet e internacionales. También se encuentran muchas librerías, museos y tiendas.
Restaurantes como El Floridita y la famosa Bodeguita del Medio, lugares emblemáticos que no pueden dejar de visitarse, además de hoteles históricos como el Ambos Mundos, estrechamente ligado a la figura del escritor Ernest Hemingway.
lugares emblemáticos que no pueden dejar de visitarse.
Además de hoteles históricos como el Ambos Mundos, estrechamente ligado a la figura del escritor Ernest Hemingway.
Hacia el extremo sur de la Habana Vieja se encuentran la Estación Central de Ferrocarriles, de gran valor arquitectónico y próxima a la cual se conservan importantes ruinas de la antigua Muralla de La Habana.
Imperdibles también son el Museo de Arte Colonial, el Museo de la Ciudad, el Templete, Casa de la Obrapía, y Casa de África, entre muchos otros, museos todos con exposiciones de nivel internacional.
Pasear por estas calles es todo un lujo y a pesar de su aspecto austero, la Vieja Habana es un lugar que hay que conocer despacio, tan despacio como el tiempo que no pasa por ella.
La ciudad de La Habana tiene atractivos y diversión suficientes para justificar un viaje a esta maravillosa isla.
Vía: dailymail