Los habitantes de la localidad rusa de Amur no logran salir del asombro, tras el hallazgo de una especie de tortuga con aspecto de dinosaurio, a orillas de un río.
Se trata de una tortuga cocodrilo, especie dotada con cabeza de dinosaurio, garras tan poderosas como su cola, caparazón repleto de picos filosos y una gran mandíbula.
Es, en realidad, una especie animal imposible de hallar en latitudes europeas o asiáticas, ya que es originaria de América del Norte.
Por eso, en Rusia, nadie sale de su asombro: ¿cómo pudo haber cruzado el planeta este ejemplar, hasta llegar a Amur, situado en el Extremo Oriente? Tanto es así, que, ante las primeras imágenes divulgadas, se sospechó de algún tipo de montaje. Sin embargo, no se demoró la aparición de un video, que despejó todo tipo de dudas.
Anastasia Steshina, responsable del vídeo, señaló que la tortuga fue capturada por un amigo pescador: «cuando la vimos, enseguida supimos que era una tortuga, pero nos recordó a un dinosaurio. Nunca habíamos visto nada igual»