Sin duda el acto de besar es una de las sensaciones más placenteras y también más difíciles de expresar con palabras, porque dice tantas cosas, son tantos los sentimientos que estallan, tantos los factores que intervienen, como el deseo, el cariño, el amor irracional….
Los entendidos dicen que en los labios hay cien veces más terminaciones nerviosas que en la punta de los dedos, y que a través de la saliva se puede trasmitir a la pareja sustancias químicas que regulan el cortisol (hormona del estrés).
Esta descripción de un beso en la novela «Rayuela» de Cortázar es sublime que nos hace incluso sentir el acto de besar:
«Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor de fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.”
Aunque no es nuevo el acto de fotografiar besos por el mundo, un joven fotógrafo Ignacio Lehmann, llevó a cabo su proyecto “100 World Kisses”.
Esta aventura dice comenzó en Nueva York de forma lúdica y natural. Fue ahí donde decidió sumergirse en la gente y fotografiar a 100 personas besándose. Parejas, padres, hijos, amigos… todos los besos eran válidos.
Y dado el desafío que implica retratar besos espontáneos y la buena recepción que tuvieron sus primeras fotografías, Lehmann decidió salir a visitar diferentes ciudades del mundo y captar cien besos en cada una de ellas, siempre con la premisa de que fueran en la calle, pero con el objetivo de transmitir un mensaje de amor, paz y esperanza.
“Mis fotos son callejeras y pueden suceder en cualquier momento y en cualquier lugar. En una plaza, en un tren, en un bar, de madrugada, bajo la lluvia o en cualquier otra circunstancia cotidiana.
Los besos reflejan un momento de íntima y luminosa conexión con el otro. Los besos inspiran a confiar en un mundo mejor”.
Ahora un productor llamado Blaine tuvo la idea de registrar, durante diversos viajes, cómo se besan las parejas de distintos países.
Desde Roma hasta Shanghai o París, el lenguaje del beso es sin duda universal y lo podemos ver en este video.
El autor pide a todos los que estén interesados a que manden su propio beso a la dirección de correo [email protected] indicando la ciudad y el país desde donde ha sido grabado.
Así que ya saben, el amor suele aflorar siempre en un paisaje hermoso, se dice con un silencio, continúa con la mirada y termina en un beso. Buen viaje!!
Vía: 100worldkisses Youtube