Eve y Ruth forman un dúo artístico muy peculiar. Una se dedica a hacer garabatos en blanco y negro, y la otra convierte esos garabatos en asombrosas y coloridas obras de arte. Pero lo curioso no es eso: lo curioso es que la primera tiene dos años y la segunda es su madre, la artista Ruth Oosterman de 26 años, quien gracias a las obras hechas en colaboración con su hija ha acaparado la atención de medios de todo el mundo.
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«Hasta ese momento Eve y yo habíamos pintado lienzos por diversión y pasar tiempo juntas», explica la artista canadiense a El Huffington Post mediante correo electrónico. Compartían un lienzo y las dos pintaban a la vez, ya habría tiempo en un futuro de buscar nuevas formas de trabajar.
Ése era el plan de Oosterman, pero entonces la pequeña Eve le hizo cambiar de opinión: «Le había dejado usar mi pluma de tinta negra para dibujar, ahí me di cuenta de que si pintaba sus dibujos con acuarelas de colores podría usar sus formas y la oscuridad para crear una pintura que nunca hubiese podido pensar por mi cuenta». Fue entonces cuando nació su trabajo más famoso.
Por ahora quiere busca pasar tiempo con su hija buscando nuevas formas de trabajar. «Tenemos muchas posibilidades de hacer crecer nuestras colaboraciones.
Las exposiciones quedarían para más adelante y también el comienzo de los estudios. Oosterman asegura que es 100% autodidacta.
«Nunca he estudiado en la Universidad ni en ninguna Academia de Bellas Artes. Espero poder estudiar arte algún día pero ser madre se ha vuelto un trabajo a tiempo completo para mí».
Vía: huffingtonpost